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Cirugía Andaluza | 2020 | Volumen 31 | Número 1 - Febrero 2020

Datos de la publicación


El cirujano investigador se enfrenta a las redes sociales

The research surgeon gets on the social media cart


Resumen

En los últimos años estamos viviendo un desarrollo de las redes sociales en el mundo de la medicina, haciendo partícipe a grupos de profesionales que encuentran en este lugar un marco donde debatir tendencias, casos clínicos, artículos de revista, e incluso apoyo en la toma de decisión de pacientes complejos (grupos de Facebook, Twitter, LinkedIn). Además hay que remarcar las redes sociales médicas y herramientas de investigación, que hacen que se pueda identificar correctamente a un profesional en su campo y permite seguirlo en su labor investigadores e incluso interaccionar con él (Researchgate, Loop, Mendeley). En este artículo queremos hacer una reseña sobre aquellos aspectos que serían de utilidad para un cirujano con perfil investigador en cuanto a lo que debiera de tener activo en el amplio mundo de internet.

Revisamos las principales redes sociales de interés para el uso profesional por parte de los cirujanos, haciendo una breve introducción a las mismas y analizando el uso principal que los profesionales sanitarios hacen de ellas.

Abstract

In recent years we are living a development of social networks in the world of medicine, involving groups of professionals who find in this place a framework to discuss trends, clinical cases, journal articles, and even support in making decision of complex patients (Facebook, Twitter, LinkedIn groups). In addition, we must highlight the medical social networks and research tools, which make it possible to correctly identify a professional in their field and allows researchers to follow it in their work and even interact with it (Researchgate, Loop, Mendeley). In this article we want to make a review of those aspects that would be useful for a surgeon with a research profile as to what should be active in the wide world of internet.



Introducción

¿Dónde quedaron las pastas de antaño con hojas que llevaban impresas grandes ilustraciones anatómicas y de técnicas quirúrgicas? ¿Dónde están las enormes librerías en las que los tomos se concentraban desordenados y la tapas pulgaradas dejaban un olor rancio? Quizás esas imágenes, idílicas ya, queden en el recuerdo de nuestros maestros y antecesores como la nostalgia de algo difícilmente aplicable a nuestros días.

El efecto dominó de la tecnología ha sido, y es para todos nosotros, un caminar imparable que nos lleva a buscar la comodidad de acceder a cualquier tipo de información. La evolución del ser humano también tiene una conducción "darwinista" siendo una selección natural en el que los más fuertes sobreviven. Y así se implanta, igualmente, en la cirugía. Desde la propia técnica quirúrgica que conlleva una reducción en los tamaños de las heridas (eso que denominamos "mínimamente invasiva") hasta la facilidad de conocer, desde nuestro salón, la última noticia, la última actualización, el último consenso, en cualquiera de las ramas de nuestra especialidad.

El mundo infinito (y a veces nocivo) de las redes sociales, perfila un nuevo tipo de cirujano investigador. Atrás quedaron las horas sentados ante un libro abierto, martirizando un índice de páginas para buscar una referencia bibliográfica. Todo, indiscutiblemente, es más sencillo. Pero esa sencillez también se puede volver compleja. Y es que acceder, hoy día, a lo que en un principio se denominaron "redes sociales", se ha convertido en un acceso a múltiples caminos en el que las opciones son tan numerosas como redes sociales existen. Facebook, Twitter, Linkedln, etc. amén de las bases de datos como Medline, PubMed, Scopus, Latindex, ScienceDirect, DOAJ, SciELO y un largo etc. que se complementa con las clásicas revistas científicas que usualmente consultamos, las cuales, se suben también al carro del avance informático en modalidad "online".

¿Hemos de tener filtros poco selectivos de redes sociales a consultar para abarcar más información o concentrar las que verdaderamente sean útiles hoy en día evitando caer en los errores y los sesgos de información provenientes de fuentes de dudosa evidencia científicas?

El protagonismo de Internet en las últimas décadas ha mejorado disponibilidad de cualquier tipo de información. Esta evolución, ha dado paso a cambios que hemos visto en las páginas web las cuales se han convertido en web social o web 2.0, la cual permite a los usuarios no solo el consumo de contenidos, sino poder además crearlos, modificarlos y compartirlos. En este contexto se enmarcan las redes sociales (RR.SS.), constituyéndose como el gran referente de esta evolución a un modelo de comunicación multidireccional.

Año tras año aumenta el número de usuarios tanto de Internet como de RR.SS. Se estima que en 2018 la mitad de la población mundial —unos 4.021 millones de personas— utiliza Internet y en torno al 39% —unos 2.958 millones— son usuarios activos de RR.SS. A lo que se suma que cerca del 86% de los internautas de entre 16 y 65 años utilizan RR.SS. en nuestro país, lo que supone más de 19 millones de usuarios1-3.

En el campo de la salud, en general, y en el de la cirugía general, apreciamos cómo el interés por las nuevas tecnologías (como son la RR.SS.) es creciente en esta última década.

Objetivo

¿Qué le interesa a un cirujano investigador? La línea fundamental a definir es la del cirujano investigador que hace uso de las RR.SS. para cumplir sus objetivos y alcanzar un resultado satisfactorio. En definitiva, realizar con éxito un trabajo. Pero a ello, se suma el enorme potencial de distribuir y dar voz a su trabajo en el panorama científico internacional de forma sencilla, rápida y eficaz[1].

Figura 1

ORCID.

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Con las siglas ORCID (en inglés "Open Researcher and Contributor ID", en español Identificador Abierto de Investigador y Colaborador) se genera un código alfanumérico que identifica de manera única a científicos y otros autores académicos. Proviene de la problemática que siempre se generaba en torno a la localización de un determinado investigador. Es decir, su identificación. Con ello y una vez establecido en cada cirujano investigador su "ORCID", se encuentra el portal "ResearchGate" el cual es una red social en Internet y una herramienta de colaboración dirigida a personas en un ámbito multidisciplinar. La plataforma ofrece acceso gratuito a las aplicaciones Web 2.0 más modernas, permitiendo acceder a artículos de revistas científicas en una base de datos con más de 35 millones de registros, foros, grupos de discusión, etc. Una vez dado de alta en dicho portal, el cirujano investigador es capaz de interactuar con otros cirujanos que tienen el mismo interés, conocer los trabajos publicados por los colegas y dar escaparate a los suyos propios. Existen otras herramientas parecidas, que cumplena una labor parecida, pero no han tenido tanta publicidad como la anterior: Mendeley, Loop.

Quizás, estos dos pilares constituyan el 50% del perfil de un cirujano investigador internauta. Es decir, las herramientas necesarias para abrir las puertas de aquellas ventanas nombradas anteriormente. Las RR.SS. Y es que éstas permiten la visualización directa de cualquier tipo de información, en este caso, científico-quirúrgica. Los ejemplos más conocidos y popularmente utilizados son las RR.SS. de Facebook y Twitter. Pero el mayor peso para un cirujano investigador le corresponde a Twitter. Se trata de un género de red social que consiste en el límite de palabras para expresar un pensamiento y la posibilidad de agregar enlaces, fotografía o vídeo. Dicho medio también ha sufrido actualizaciones y, a día de hoy, se pueden desarrollar conversaciones a partir del denominado "tweet" o, incluso, citaciones a otro que se haya escrito anteriormente.

Figura 2

Twitter

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La fortaleza de dicho modelo para un cirujano investigador radica en el potencial de poder acceder a numerosos portales científicos, ya sean revistas o compañeros de profesión los cuales comparten su experiencia y conocimiento. Además, se permite detallar información clara y concisa, a la vez que rápida, con los denominados "visual abstracts" que consisten en algoritmos resumidos de un determinado artículo o manuscrito[2]-[3].

Figura 3

Tríptico sobre el Metaanálisis de diverticilitus no complicada sin antibióticos.

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Figura 4

Tweet de ASAC.

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A todo ello, se le suma la implementación en la reuniones científicas y congresos de dichas RR.SS. mediante el "minuto a minuto" que, por ejemplo Twitter, permite realizar en cada uno de sus comentarios. Ideas claves, principios ofrendados en una ponencia, fotogramas de diapositivas, etc. que permiten conocer de primera mano lo que ocurre en una sala sin necesidad de estar en ella. Incluso aprender.

Resultados

En definitiva, las redes sociales son ya el motor de un nuevo concepto de cirujano investigador. Y no por ello más fácil y cómodo; sino, más bien, expectante a todo tipo de información publicada con la consiguiente obligación de estar formado para poder seleccionar lo que ve y lo que lee[3].

Un cirujano con perfil investigador debe preocuparse por el impacto actual de las nuevas tecnologías y de dar difusión a su trabajo. Además de poder interactuar con otros miembros de la comunidad científica. Podríamos resumir que es imprescindible crearse un número de registro de ORCID (para identificar correctamente la producción científica del autor, es como una matrícula personal que solo pertenece a un autor y no deja duda sobre la autenticidad de su obra). Debiera tener un perfil investigador en una red como Researchgate o similar (de cara a una amplia publicidad de su labor científica y divulgadora de conocimientos). Y por ultimo no debiera olvidar el impacto tan potente de las RRSS, haciendo hincapié en que posiblemente la red con mayor evolución en el mundo médico sea Twitter (tanto para divulgar conocimientos como para compartir opiniones en cuanto a publicaciones, congresos o casos clínicos).

Bibliografía

1 

Mayol J, Dziakova J. Value of social media in advancing surgical research. Br J Surg. 2017 Dec;104(13):1753-1755.

2 

Brady RRW, Chapman SJ, Atallah S, Chand M, Mayol J, Lacy AM, Wexner SD.#colorectalsurgery. Br J Surg. 2017 Oct;104(11):1470-1476.

3 

Mayol J, Pera M. Surgery on Twitter. Cir Esp. 2017 Jan;95(1):1-3.